Siluetas en vivo: arte que sucede ante tus ojos

En eventos donde todo parece previsto, hay algo que sorprende precisamente por su sencillez.
Una pequeña mesa, unas tijeras, y la mirada atenta del artista. Me siento, observo, y en menos de dos minutos, recorto el perfil de quien se sienta frente a mí. Sin dibujos, sin pantallas. Solo la presencia.
Este gesto se convierte en magia: cada invitado se lleva un retrato hecho a mano, único, íntimo. La gente se reúne, observa, sonríe. El ambiente cambia. El arte, inesperadamente, se vuelve parte del momento.